No siempre se vuelve al primer amor
X Alejandro Baroni (*)
Comentarios sobre: Brevísima y triste historia contemporánea de la izquierda uruguaya; 2002: el default de la política por Sandino Núñez, en Prohibido Pensar, revista de ensayos, Año 1, Nº 2, Mayo-Junio 2014
El ensayo de Sandino Núñez citado tiene un título adecuado: es su relato de la izquierda uruguaya contemporánea. Aporta una visión filosófica-política que vale discutir. Aplicando tal punto de vista, ubica en el 2002 a una oportunidad revolucionaria que, señala, al desaprovecharse, traumó definitivamente a la izquierda uruguaya.
¿es triste que mi idea no me corresponda?
Luego de una introducción, Núñez critica la campaña publicitaria del “Profesor Paradoja” – la de la trompetita- ubicada en las elecciones nacionales de 1989, cuando el Frente Amplio alcanza la Intendencia de Montevideo por primera vez. Dice que tal éxito electoral fue atribuído a esa campaña publicitaria, obviando, ignorando “el movimiento y la demanda social” anteriores: “un videoclip y un clisé parecían ponernos de pronto ante las puertas mismas del cielo” con su “verdad” y “poesía”, afirma (aquí y en adelante los entrecomillados son citas textuales del autor, y los subrayados son míos).
Se pregunta a continuación, refiriéndose a la “verdad” y “poesía” engañosa, “mágica” de la publicidad electoral: “¿Y si la cuestión política no era la verdad sino la verdad en tanto que camino a la verdad, así como la cuestión del sujeto político no es la libertad sino la liberación o la emancipación?”.
No sé bien a qué se refiere con “cuestión política”. Si es el problema político más importante, el autor concibe a la política como una construcción de verdad, un camino, y piensa que para el sujeto o el actor político lo importante sería la búsqueda de la liberación o emancipación. Comparto esa posición pragmática: la liberación o emancipación no es la libertad, el camino a la verdad no es la verdad. La transformación del mundo no es su interpretación (Tesis XI de Marx). La acción y el camino nos traerán la verdad, y eventualmente nos harán más libres.
Parece sostener luego que “el problema político mismo.. es menos la construcción de una sociedad justa que la lucha o la crítica de una sociedad injusta”.
Si es así, el autor asigna más importancia a la crítica de la sociedad injusta que a la construcción de una sociedad justa, olvidando su anterior consigna de la acción para construir justicia. Se enamora de la justicia, como Idea. Pienso al revés: importa más la transformación de una sociedad en camino de creación de justicia cambiante (no justa), en actividad permanente de correcciones, y menos la crítica (retórica) de élites ilustradas. Me interesa más la transformación del mundo, el aprendizaje social, el revisitar programas y objetivos caducos, el reconocimiento de la inevitabilidad de que se adquiera o se pierdan poderes en el Estado y en la sociedad (allí también hay poderes distribuídos, hay biopolítica y biopoder, como lo hay en Librevista, y como en el colectivo de la revista Prohibido Pensar, supongo) Me interesa profundamente el ambiente democrático, y en ese ambiente, el ejercicio del pensamiento, la conversación y el debate.
Luego, para el autor no es adecuado ganar “alegría y entusiasmo” con un triunfo electoral- para él eso es estar más cerca y ser contaminados por “la máquina del poder del Estado” (como si esa cosa- el poder- estuviera sólo allí y fuera una maquinaria concentrada) y estar más lejos de “la política, la idea y el concepto”, afirma.
Me parece que su breve historia de la izquierda uruguaya es la de un amor platónico, frustrado por la idea que no le corresponde. Y sí, es triste, pero es una oportunidad para cambiarla.
Si es así, no todo está perdido, si la injusticia no fuera tomada como un concepto predeterminado como es esperable, nuevamente parecería que el autor adhiere a un aire de familia con la construcción de verdad del pragmatismo, incluída la lucha ideológica obvia e implícita, “en la paciente organización social y colectiva del pensamiento”. Podría superar así su ambiguedad ante la opción de transformar a la sociedad o interpretarla (criticarla) (**)
¿el verdadero trauma de la izquierda?
Otra vez nos encontramos con el autor construyendo verdad junto con otros y está bueno. Según nos cuenta, en el 2002, estuvimos “a muy pocos pasos de una verdadera revolución política” desaprovechada, “con el poder del Estado reducido a escombros”…“con una derecha desconcertada incapaz de pensar el poder”. Si a Núñez le parece que había fuerzas sociales dispuestas a hacer sustentable una toma de tales “escombros”, que hicieran retroceder a las Fuerzas Armadas de la época, organizaran la producción, el abastecimiento y los servicios, desplazaran el modo de producción capitalista, que consiguieran apoyos económicos y diplomáticos regionales o de un bloque socialista desaparecido, que evitaran una enorme fuga masiva de capital para afuera del país, si lo piensa así, miramos películas diferentes. Es un raro guión el que 2002 sea “la fecha de la herida actual de la izquierda”, que “explica su catástrofe actual” y “su trauma”.
Sí estoy completamente de acuerdo con Núñez en que- precisamente por eludir tal guión- “la izquierda ganó las elecciones siguientes” del 2004, en primera vuelta. Y añado que, por eludir ese atajo no se prendió fuego en la hoguera de una dictadura (***) o similar cosa, y el Frente Amplio alcanzó el 54% “catastrófico” y “traumático” de los votos válidos en 2014.
Desde luego, sin apocalipsis a la vista, ni intenciones de hacer poesía infernal, para seguir haciendo izquierda hay enormes e inciertos desafíos prácticos, teóricos y generacionales por delante, lo que se verá en una siguiente oportunidad!
3 de Diciembre de2014
(*) editor de Librevista
(**) ver el ensayo del Prof. Héctor Massa, El mundo es lo que los hombres hablan entre sí, Ensayoteca Librevista Nº 6, Montevideo, 1997. Massa nos dice que el poder “es el verdadero regente de lo que los hombres hablan entre sí”, ubicándolo en la gramática, en las reglas de las conversaciones, éstas tomadas en un sentido amplio.
(***) habría que preguntarse más acerca de la gestación y sustento de la dictadura cívico-militar pasada.